Tu mascota es uno más de la familia. Si aún no lo has decidido, te aconsejamos invertir en lo más importante: su salud y bienestar. Porque una revisión anual nos ayuda a detectar y prevenir enfermedades, garantizando a tu fiel amigo una buena calidad de vida.

Si tu compañero se ha hecho mayor tienes un mayor motivo. En esta nueva etapa es más vulnerable, disminuyen sus capacidades funcionales y aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades.

La revisión anual incluye las siguientes pruebas:

• Anamnesis: analizamos el historial de tu mascota, vacunaciones y desparasitaciones. También tratamos de conocer su comportamiento y sus hábitos de vida para detectar posibles cambios o anomalías, ya que pueden ser el primer indicio de una enfermedad.

• Exploración: observamos el estado general de tu mascota poniendo especial atención a su peso y condición corporal. Cualquier variación de registros pueden ser reveladores y ponernos en alerta. 
  
• Examen físico: comprobamos el estado de todos los órganos visibles y/o palpables externamente como ojos, oídos, boca y dientes, nariz, cuello, columna, extremidades, piel, uñas, pelaje, aparato genitourinario, ganglios linfáticos, etc. Auscultamos el corazón y los pulmones para comprobar su correcto funcionamiento y medimos la tensión arterial. 
  
• Analítica de sangre completa: nos indica cual es el estado general del animal y la funcionalidad de órganos internos importantes como el riñón, las tiroides o el hígado 
  

• Radiografía tórax: pruebas de imagen muy útiles para valorar los huesos de tu mascota, así como el tamaño y forma de los órganos internos. Son necesarias para valorar metástasis pulmonares o tumores abdominales.

• Diagnóstico y asesoramiento preventivo: recogemos el resultado de todas las pruebas para obtener un diagnóstico sobre el estado de salud de tu mascota y te asesoramos sobre los cuidados que necesita tu mascota en edad geriátrica. Si detectamos alguna irregularidad, propondremos las pruebas y el tratamiento a seguir.

Si el veterinario lo considera necesario, también se pueden realizar las siguientes pruebas:

• Ecografía abdominal: podemos valorar el estado de salud viendo los órganos abdominales como los riñones, bazo, hígado y glándulas adrenales.
  
• Electrocardiograma: valoramos el estado del corazón y detectamos patologías cardíacas de forma no invasiva.

La importancia de una revisión veterinaria anual

Cuando nuestras mascotas se vuelven geriátricas su organismo se desgasta y se vuelven más vulnerables. Esto facilita la aparición de distintas enfermedades como afecciones cardíacas, patologías degenerativas, problemas digestivos, artrosis, insuficiencia renal o desórdenes en su metabolismo.

Por eso es sumamente importante acudir al veterinario al menos una vez al año para que tu fiel compañero se someta a un chequeo completo. Recuerda que con un diagnóstico a tiempo podremos aplicar el mejor tratamiento para hacer frente a la enfermedad. La prevención es el mejor tratamiento. No lo dudes, cuida la salud de tu mascota en edad geriátrica con una revisión anual. Su calidad de vida está en tus manos.